¿Cómo podemos hacer de los cambios nuestro aliado?

Sin duda alguna los cambios se pueden presentar en cualquier momento del ciclo vital de la organización y pueden ser previsibles o inesperados, como es el caso de los ajustes que han tenido que experimentar las empresas a raíz de la pandemia por COVID-19.

Los ajustes imprevistos

Son aquellos cambios que se presentan de una forma no planeada y que en muchas ocasiones pueden deberse a situaciones externas relacionadas con situaciones sociopolíticas, económicas, desastres naturales o situaciones de afectación de la salud y de la seguridad de la sociedad de forma masiva como es el caso de la pandemia. Sin embargo, si bien se trata de condiciones que inicialmente son ajenas a las organizaciones, necesariamente al interior de la misma se presentaran movimientos en la dinámica de los procesos y de las personas que conforman las empresas.

En algunas ocasiones estos cambios pueden desencadenar una serie de angustias, impotencias, jornadas extenuantes, alteraciones en el clima laboral e incremento en los niveles de estrés en las personas, lo cual puede desencadenar una crisis al interior de la organización. Es allí, cuando ésta a través de sus lideres y de las capacidades integrales de su talento humano pueden visualizar a la crisis como una oportunidad para visualizar alternativas que aporten al crecimiento de la empresa.

El fortalecimiento del talento humano

Las organizaciones que se interesan por el bienestar físico y emocional del talento humano, así como por el fortalecimiento de sus capacidades intelectuales, técnicas y humanas tienen mayor probabilidad de desarrollar un sentido de pertenencia y mutua estimación con los colaboradores, así como las habilidades para sobreponerse en los momentos en los que se presentan obstáculos o momentos de crisis. Esto hace que entre las personas que la conforman se presente el sentimiento de querer luchar por su empresa, ya que la sienten como propia y que indiscutiblemente forma parte fundamental de sus vidas.

Es en este momento, que los colaboradores sacan lo mejor de sí y se empiezan a crear innovaciones en los procesos de la organización que les va a permitir superar las crisis y visualizar las oportunidades al interior y exterior de la misma.

La armonización de los ajustes imprevistos y los planeados

La planeación suele ser considerado como uno de los mejores “haz sobre la manga” con el que pueden contar las organizaciones en sus diferentes frentes, y es por ello, que es fundamental incluir en la misma la opción de situaciones imprevisibles y ante todo contar con una actitud de exploración de posibilidades cuando estas se presentan.

Cuando existe una negación a incluir en lo planeado la opción de novedades internas o del entorno, la organización puede desarrollar una actitud psico rígida que puede afectar sus opciones de maniobra ante las crisis y se pueden ver afectadas a largo plazo por las mismas, incluso en ocasiones de una forma que puede llegar a desencadenar resultados fatales.

Implicaciones de los cambios

Los cambios traen consigo ajustes en los colaboradores, la dinámica de la organización que pueden invitar a los directivos a dinamizar los procesos. Para ello es necesario realizar revisiones e innovaciones en tres grandes frentes los aspectos técnicos, en el talento humano y en la planeación estratégica.

• Aspectos técnicos:

Las organizaciones deben trabajar permanentemente en contar con una caja de herramientas técnicas, científicas, tecnológicas que optimicen y promuevan la sincronización de los diferentes procesos que tienen al interior de la misma. Es importante considerar que los tiempos cambian y con ello las necesidades del entorno y muy probablemente el comportamiento de la sociedad.

En consecuencia, si las empresas no se preocupan por mantenerse actualizadas en los aspectos técnicos, pueden versen en aprietos frente a las demandas del entorno y pueden caer en funcionamientos retrógrados y poco efectivos. Situación que las competencias sabrán aprovechar.

• El talento humano:

Los ajustes que periódicamente se realicen en los aspectos técnicos, deben ir de la mano con las posibilidades de actualización frente a la experiencia y experticia del talento humano. Recordemos que de nada sirve contar con la tecnología de punta si el personal que la ejecuta no sabe utilizarla. Las capacitaciones que promuevan el conocimiento en aspectos técnicos, habilidades y valores en los colaboradores, así como su bienestar, serán la columna vertebral para que el personal pueda acoplarse a los cambios, resistir vientos y mareas y ver oportunidades en ellos.

• La planeación estratégica:

La planeación estratégica y los lideres que le dan vida a la misma, la consideraremos como el espíritu de la empresa, su energía vital y es por ello que es fundamental que sea esta la que dinamice los aspectos anteriores y permita su viabilidad. Es este aspecto el que permitirá la perfecta sincronía entre lo planeado y el afrontamiento y aprovechamiento de lo intempestivo.  Es por ello, que es fundamental construir una planeación estratégica lo suficientemente organizada, integradora, proyectiva y flexible que permitan visualizar a los cambios como sus aliados  más que asumir una postura de evitación o temor ante los mismos.

El cambio y las generaciones

Es común pensar que los cambios se les facilita más a las generaciones jóvenes por que  las relacionamos con facilidad frente al manejo de ciertos medios y herramientas tecnológicas. No obstante, el asumir los cambios es una cuestión de actitud y apertura mental que en muchas ocasiones se puede afrontar a través de la experiencia y el conocimiento que las personas han tenidos sobre cambios anteriores, situación que puede llegar a ser favorable también para generaciones más longevas.

Es así, que se puede convertir en una alternativa altamente eficiente el mezclar los conocimientos y la experiencia de las diferentes generaciones y en cambio de ponerlas en una posición de competición promover su intercambio de ideas y estrategias buscando una misma finalidad: el crecimiento de la empresa y por ende de sus colaboradores.

Los cambios forman parte de la naturaleza humana

Cuando consideramos que los cambios forman parte de la naturaleza humana, consideramos que son parte de la vida misma y están presentes en todos los ámbitos de desarrollo del ser humano y sin lugar a dudas, las organizaciones no son la excepción a esta condición, ya que el mundo es dinámico, las personas también lo son. Es por ello, que hasta el momento, debemos comprender que al ser las personas las que conforman las organizaciones y las que las hacen viables son su motor, su capital humano y por ello se debe invertir en ellas y promover sus habilidades de afrontamiento ante los cambios.imprevistos